Han transcurrido 9 meses desde que el huracán Stan azotó territorio guatemalteco, sin que las autoridades hayan tenido la intención de paliar el dolor que se generó entre la población de menores recursos. Cientos de miles de personas perdieron todos sus bienes, quedando en la más extrema de las miserias. El Estado y la cooperación internacional destinaron varios miles de millones de quetzales, que nunca se lograron invertir en la población, debido a la corrupción y politización de las inversiones, que fueron encaminadas solamente a aquellos que simpatizaran o fueran integrantes del partido oficial, actualmente los damnificados continúan hacinados en albergues mal construidos. Miles de personas perdieron la vida en todo el territorio, hubo dolor y sufrimiento en centenas de comunidades. Los casos que llama la atención con mayor fuerza, son los ocurridos: 1. En Panabaj, comunidad de Santiago Atitlán, en las inmediaciones del turístico lago de Atitlán. Terrenos que alguna vez albergaron un destacamento militar, que fuera expulsado de Santiago Atitlán luego de que sus integrantes cometieron una aberrante masacre el 2 de diciembre de 1990, albergaron a centenas de familias de escasos recursos, que con los años fueron construyendo viviendas miserables a la falda de una montaña. Atitlán es uno de los lagos más bellos y por lo mismo más visitados del mundo, los turistas dejan ganancias de varios millones de dólares, sin embargo frente a la opulencia de grandes hoteles, se puede ver la pobreza extrema, como la comunidad de Panabaj. En medio de las torrenciales lluvias del Stán, se produce un deslave desde la parte mas alta de las montañas que están cercanas al lago de Atitlán, este deslave provoca retumbos y ruidos terribles, pero la comunidad nunca imaginó que fueran cientos de toneladas de lodo las que venían hacia la comunidad, por lo que muchos no se alertaron del peligro. El deslave provocó según datos oficiales mil muertos, sin embargo se calcula que el número puede ascender a 1,400. Luego de nueve meses, las familias continúan sin recibir ayuda y las víctimas continúan enterradas bajo toneladas de lodo. Una de las decisiones más equivocadas del gobierno, consiste en haber declarado camposanto toda el área dañada, oficializando de esa manera un nuevo cementerio, solo que este a diferencia de otros, creado por las fuerzas de la naturaleza. Cientos de familias continúan haciendo esfuerzos para que los restos de sus seres queridos sean exhumados. La cultura maya no acepta que restos humanos sean olvidados en cualquier terreno, sin que se hagan esfuerzos por enterrarlos en un lugar establecido para ello. 2. 423 familias damnificadas de Santa Catarina Ixtahuacán, Sololá, llevan nueve meses careciendo de condiciones para vivir, duermen en casas temporales de cartón y nylon, sin agua potable y la niñez no cuenta con educación o lugares para el entretenimiento. El GAM considera que la ausencia de voluntad de parte de las autoridades o el clientelismo político con que se ha manejado los fondos destinados a víctimas del Stan, constituye la principal causa para que miles de familias continúen sin recibir la anunciada ayuda y que la misma sea destinada a casas o personas particulares, sin que se conozca con certeza la cantidad de dinero que se ha destinado a las víctimas. Urge que la Contraloría General de Cuentas de la Nación (CGCN) determine los montos exactos que se han invertido y se conozca la magnitud de la corrupción que podría haberse generado con los recursos destinados a las víctimas del Stán. - Grupo de Apoyo Mutuo (GAM), Ciudad de Guatemala 3 de Julio de 2006