Los días se han tornado más largos, difíciles y tenebrosos para los petistas y para la izquierda en general. Y al final de cada día aterrador, hay el temor que el día siguiente será todavía peor, pues podrá traer revelaciones todavía más desgarradores para el alma de los que reivindican pertenecer a un partido político como el PT. El grupo que dirige y controla el PT desde hace 10 años sometió el partido a un proceso acelerado de desfiguración ética, moral, programática y ideológica. Abatieron la democracia interna y se hicieron dueños del PT; formaron alianzas disparejas sin criterios políticos e ideológicos; sustituyeron el programa democrático-popular por las cantilenas del mercado; renunciaron a la perspectiva socialista por el lujo de hoteles y restaurantes de moda, y privilegiaron la gobernación congresista conservadora - donde, según Lula, ya estaban 300 estafadores - en detrimento de la participación directa del pueblo en las decisiones del gobierno. La mayoría dirigente de PT no solamente ha magullado los 25 años de la historia del PT, sino que atingió profundamente el patrimonio de un Partido que, por su origen histórica y social, representa el legado de más de un siglo de la lucha socialista en Brasil, por lo cual fue considerado el proyecto de izquierda más prometedor de la historia de Brasil y del continente latino-americano. La calurosa recepción a Olívio Dutra en el aeropuerto de Porto Alegre, sin embargo, fue una demostración de que existe un PT que está vivo, de que existe un PT que no se ha alejado de los ideales de construcción de una sociedad generosa, justa y ética, y de que existe un PT que siente orgullo de tener en su compañía militantes y dirigentes dignos y serios. En el momento de la más grave crisis de toda la historia del PT, se debe hacer todo lo posible para rescatar la originalidad del partido. El PT no está condenado a ser prisionero de políticas, métodos y justificaciones de la misma mayoría dirigente que, ahora actuando como camaleones, falsea con la tesis de que la degeneración consecuente al crecimiento del PT era inevitable, reduciendo el fenómeno a problemas de orden administrativa. El PT necesita recuperar su verdadera identidad de izquierda, que le ha hecho ser la fuerza social capaz de entusiasmar y encantar multitudes por el ser comprometido con la construcción de una sociedad democrática, justa y solidaria y de un futuro de decencia y dignidad para el pueblo brasileño. No es el momento de salir del partido o de abandonar el PT. Por el contrario, es el momento para tener más PT, una overdose del verdadero PT, de disputa para hacer con que del Proceso de Elecciones Directas (PED) en septiembre nazcan nuevas mayorías partidarias que recuperen la vocación del PT, que hizo con que el mundo pusiera una mirada atenta sobre él. Es el momento de diferenciación interna, de formación del Bloque Parlamentario de Izquierda y de iniciativas que emitan señales de esperanza de que todavía es posible rescatar al PT. En ese momento, deben salir del partido espontáneamente, o ser expulsados, todos los que estuvieron involucrados en las irregularidades recién descubiertas y que pusieron el partido en esa situación infernal. - Jeferson Miola es parte de IDEA - Instituto de Debates, Estudos y Alternativas de Porto Alegre, fue Coordinador-Ejecutivo del 5º Foro Social Mundial. Fundação Perseu Abramo, 04/08/2005. Traducción de Bettina Becker