Porto Alegre 2005: El foro de lo posible

21/02/2005
  • Español
  • English
  • Français
  • Deutsch
  • Português
  • Opinión
-A +A
Apenas concluida su 5ta edición -26 al 31 de enero-, se precipita el momento del balance y se anticipan las preguntas de fondo sobre el futuro del Foro Social Mundial (FSM). Tras seis días de debates en más de 2 mil actividades de todo tipo -organizadas por cerca de 5 mil organizaciones y movimientos de 120 naciones diferentes-, no hay espacio para una evaluación "aritmética" Imposible medir con parámetros exactos la confluencia de más cerca de 150 mil participantes llegados de cinco continentes. Mucho más difícil, extraer conclusiones sobre un Foro, cuya esencia misma es, justamente, evitar documentos finales o declaraciones sintéticas. El " Manifiesto de Porto Alegre ...Doce propuestas para Otro Mundo Posible" difundido el 29 de enero, firmado a título individual por 19 intelectuales de primer renombre mundial, si bien sintetiza parcialmente el pensamiento altermundialista, no representa “oficialmente”, sin embargo, al Foro en su conjunto. ¿Crisis de identidad? Algunos de los firmantes -entre ellos el sociólogo crítico brasilero Emir Sader- habían subrayado el problema de la " falta de identidad " del FSM. El periódico portoalegrino "Zero Hora", en su edición del domingo 30 de enero, titulaba con respecto al Social Mundial y al Económico de Davos " los Foros atraviesan una crisis de identidad”. Para argumentar su afirmación, explicaba " que Davos transforma el combate contra la pobreza en centro de debates y Porto Alegre intenta pasar de la crítica contestataria a la búsqueda de soluciones". A pesar de esas críticas, la Carta de Principios del FSM (abril 2001) no fue ni cuestionada ni modificada durante esta quinta edición. Lo que implica que este evento-proceso, autodefinido como " espacio de reflexión e intercambio del movimiento social "... en la búsqueda de alternativas viables, sigue siendo lo que fue hace cuatro años cuando vio la luz del día. Su identidad como espacio de convocatoria de la sociedad civil planetaria se fortifica cada vez más primando sobre el concepto original de " anti-Davos del Sur ", eslogan mediático que ya quedó en el olvido. El Foro de Davos casi no aparece hoy en la memoria y reflexión de los que llegan a Porto Alegre a no ser por la coincidencia simbólica de haberse realizado en el mismo momento que la cita helvética. La capacidad de convocatoria La marcha multitudinaria de apertura, el miércoles 26 de enero, la más grande de la historia reciente de la capital de Río Grande del Sur, constituyó un punto significativo de la nueva fórmula auto-gestionaria del FSM. Menos animada que la de años precedentes, menos colorida y bulliciosa que en Mumbai un año antes (la cuarta edición), la movilización de 200 mil personas que durante tres horas coparon las calles céntricas de Porto Alegre aporta, sin embargo, contenidos aleccionadores. Menos " organizada " y " partidista " que antes, -tal vez por las tensiones internas del gobernante Partido de los Trabajadores-, constituyó una expresión más auténtica de la sociedad civil mundial. O en todo caso, de los miles de delegados de la misma que pudieron concurrir, muchas veces haciendo grandes esfuerzos financieros, a la cita portoalegrina. El acento cultural del acto de iniciación del evento; la multitudinaria diversidad de los manifestantes y sus consignas, así como la libertad total para manifestar -contrastando con la militarización represiva de la Davos helvética- enmarcaron el ambiente del Foro y fueron una expresión coherente del mismo. La capacidad de convocatoria del FSM, que parece no tener fronteras ni límites imaginables, fue significativamente diferente este año con relación a Mumbai. ¿Y los " dalits " brasileros? El traslado de la Pontificia Universidad Católica (PUCA), sede de los tres primeros eventos en el 2001, 2002 y 2003, hacia las orillas de la laguna Guaiba, le dio mayor autencidad y popularidad al Foro. Aunque no le permitió dar el salto cualitativo de "marginalidad de los participantes", que se habían propuesto los organizadores. A excepción de los trabajadores sin tierra, de las mujeres campesinas (y Vía Campesina), y algunos otros sectores minoritarios, ni los más marginados del país ni los grupos autóctonos-indígenas fueron predominantes en el Foro. Los "dalits" (sin castas) y los "adivasi" (pueblos autóctonos) hindúes, que se apropiaron del evento hace un año, no encontraron homólogos en este coloso país latinoamericano. Los sectores medios volvieron a protagonizar la edición 2005. Aunque la redoblada participación juvenil -más presente que en cualquiera de los eventos anteriores- permite asegurar que el salto cualitativo de Porto Alegre 2005 fue, sobre todo, generacional. Las prioridades temáticas La gran variedad temática confronta expresa una lógica doblemente contradictoria que vive el FSM en su esencia. El esfuerzo por convocar a los actores sociales más variados - con base referencial en la realidad brasilera- trajo como consecuencia un laberinto temático que deriva en la nada simple priorización del debate. Una vez más se mezclaron en un programa agotador, con temperaturas infernales y en carpas-saunas, las experiencias más locales con las reflexiones globales y sintetizadoras de la dinámica mundial. Dinámica que si bien comprueba la riqueza de este proceso-evento, certifica también que es casi imposible llegar a síntesis abarcadoras del conjunto cuando se parte de niveles tan variados de reflexión. Dos constataciones marcaron la dinámica cotidiana y la asistencia de los participantes. En primer lugar, las grandes personalidades -como Eduardo Galeano, Frei Betto, Leonardo Boff, Boaventura dos Santos por citar sólo algunas- son puntos de referencia innegociable para los asistentes. Lo que certifica el estado todavía " en construcción " del movimiento altermundialista . Y la necesidad imperiosa del mismo de apoyarse en figuras carismáticas de referencia. Expresa un objetivo del Foro que no se puede menospreciar: además de ser un espacio de reflexión y debate, es también un lugar de aprendizaje. Así, el " consumo de teoría " es apreciado por los altermundialistas y constituye una motivación para una gran parte de los asistentes a esta convocatoria ciudadana. En segundo lugar, la reflexión estratégica sobre el " otro mundo posible " no puede ignorar las variables políticas coyunturales que tocan y movilizan el " hoy y aquí ". Las dos ocasiones en que explotó el estadio Gigantinho -con capacidad para 13 mil personas - fueron ante la presencia de los presidentes Lula de Brasil y Chávez de Venezuela, dos de las figuras más carismáticas de la actualidad latinoamericana. Se perfilan puntos fuertes Si Mumbai, el año pasado, había sido fundamentalmente el Foro de la anti-guerra, Porto Alegre 2005 fue un espacio donde se perfilaron otros ejes temáticos de primera importancia. El agua -y la resistencia antiprivatizadora-; los derechos humanos en su visión más integral; el no pago de la deuda; la soberanía alimentaria y el derecho a la comunicación ocuparon un lugar prioritario. Son temas sobre los cuales el movimiento altermundialista parece comenzar ya a trazar un programa práctico de acción conjunta y pistas más claras para una resistencia única organizada. Prácticamente " recientes " en la gran agenda de los movimientos sociales, la lucha por el agua -con toda su propia simbología- y la información-comunicación como derecho ciudadano irrenunciable ganan fuerza. Nutriendo y al mismo tiempo nutriéndose del FSM que ha sido en los últimos cuatro años una catapulta multiplicadora para las redes que empujan esas temáticas. Las novedades La autogestión del conjunto de las actividades -comprobada en la práctica- y la diversidad de organizaciones y movimientos que confluyeron en debates comunes aparecen como dos elementos superadores de Porto Alegre 5 con respecto a todos los anteriores. La decisión del Consejo Internacional de realizar el FSM del 2007 en Africa ganó la aprobación del conjunto. Ciertos interrogantes rondan, sin embargo, en torno a la propuesta de realizar en el 2006, año intermediario, tres foros regionales en tres diferentes continentes. Lugares a confirmarse en la próxima reunión del Consejo Internacional a realizarse en marzo próximo. ¿Podrán esos eventos descentralizados convocar la atención mediática como lo logra ahora un FSM único y centralizado? ¿No se corre el riesgo de dividir energías y dar una imagen de debilidad en un momento en que el proceso altermundialista necesita expresar fuerza propia? Preguntas válidas que no cuestionan, sin embargo, la necesidad de “universalizar” el Foro y ganar así incidencia planetaria real. En enero pasado, en Porto Alegre, el FSM acaba de dar otro paso. Y si bien los desafíos son amplios y las respuestas no contestadas significativas, sigue consolidándose como un espacio imprescindible de encuentro, intercambio, definición de agendas comunes y fortalecimiento de redes a la escala planetaria. Un verdadero sueño inimaginable hace apenas cuatro años... El manifiesto de Porto Alegre Diecinueve intelectuales de los cinco continentes hicieron público el sábado 29 de enero el Manifiesto de Porto Alegre. Entre los signatarios, Riccardo Petrella, Ignacio Ramonet, Frei Betto, Roberto Savio, Eduardo Galeano, Adolfo Pérez Esquivel, Emir Sader, François Houtart...Así como Saramago, Cassen, Bello, Wallestein etc. Luego de reivindicar la fuerza y el aporte del Foro Social Mundial y constatar que " el movimiento altermundialista se ha transformado en una fuerza que ya es tenida muy en cuenta en todo el planeta " los firmantes, que lo hacen a título personal, identifican 12 propuestas de conjunto para " Otro Mundo Posible". Entre ellas la anulación de la deuda del Sur; la aplicación de tasas internacionales a las transacciones financieras; el desmantelamiento de todas las formas de paraísos fiscales; el rechazo a las reglas librecambistas de la Organización Mundial del Comercio y la apuesta por un comercio justo. El documento defiende el derecho a la soberanía alimentaria; se opone a toda patente del conocimiento y sobre los seres vivos; rechaza las diversas formas de discriminación-fundamentalismo y llama a tomar medidas urgentes para poner fin a la destrucción del medio ambiente. Exige también el desmantelamiento de bases militares extranjeras; batalla por el derecho a la información contra la concentración monopólica de los medios; y convoca a reformar y profundizar las organizaciones internacionales, entre ellas las Naciones Unidas, que debería cambiar su sede saliendo de Nueva York. El Banco Mundial, el Fondo Monetario y la Organización Mundial del Comercio deberían integrarse al funcionamiento onusiano. Puntos débiles de este documento propositivo: lo firma una sola mujer y no explicita con contundencia el "No a la Guerra", consigan-hija dilecta del Foro y promotora de las grandes movilizaciones previo al conflicto en Irak. Otra cuestión adicional: algunas personalidades altermundialistas de primer nivel no rubrican el documento de Porto Alegre, tal como los representantes de las ocho organizaciones brasileras fundadoras del Foro Social Mundial. “No indica disidencias ni diferencias...es un documento que no habla en nombre del FSM sino que recoge la opinión personal de algunos de nosotros ", explicó Ignacio Ramonet a este corresponsal. Más allá de las buenas intenciones, de los contenidos amplios y consensuales, y de la necesidad de avanzar hacia un Foro propositivo, el documento de Porto Alegre subraya una cuestión metodológica de base: la sociedad civil planetaria no tiene una sola voz ni mandatarios iluminados. Hasta ahora el FSM lo había comprendido así...
https://www.alainet.org/de/node/111391
America Latina en Movimiento - RSS abonnieren