Karsai y Alawi son los Quisling de este tiempo Ambos postulantes fueron agentes de la CIA Las manipuladas elecciones en Afganistán el 7 de octubre y en Iraq previstas para enero del 2005 se proponen convalidar al "presidente" Hamed Karsai y al "primer ministro" Iyad Alawi en su calidad de marionetas de los ejércitos ocupantes de ambos países y buscan también la misión imposible de proclamar que allí ha surgido la democracia liberal. Vidkun Quisling, fundador del Partido Nacionalista noruego que imitaba al Nacionalsocialista de Hitler, encabezó el gobierno títere creado por los nazis en Noruega. Liberada esa nación Quisling fue ejecutado por traidor en 1945, pero su nombre pasó a la historia como símbolo de renegado, de obsecuente servidor a las órdenes del enemigo Karsai, ex funcionario de empresas petroleras estadounidenses, y Alawi, un árabe occidentalizado, son en estos días los quislings asiáticos por antonomasia. ¿Pero, habrá realmente comicios o será todo una nueva parodia impulsada por las fantasías imperiales de George Bush junior? .En Afganistán reina el caos desde que en 2001 Estados Unidos lanzó sobre su territorio diez mil toneladas de mortíferas bombas y luego ocupó el país con 20 mil soldados que allí permanecen junto a pequeños contingente de tropas italianas, alemanas, españolas y de algunos bananeros centroamericanos, todos bajo el mando de la OTAN. Como es sabido, el pretexto para la invasión fue la lucha contra el terrorismo y más directamente dirigida a liquidar el régimen Talibán y supuestamente a la organización Al Qaeda, encabezada por Ben Laden. Logrados parte de esos objetivos comenzó el singular negocio de la reconstrucción, área en que han sido beneficiadas empresas ligadas con el propio Bush y el Partido Republicano. En la etapa pos invasión, Naciones Unidas (ONU) ha colaborado activamente con los agresores bajo el manto de la reconstrucción y participa en el intento de instalar una falsa democracia occidental en un país convulsionado tanto por la guerra como por el hambre. Esta labor se realiza bajo el disfraz de una Fuerza Internacional para la Asistencia y la Seguridad de Afganistán (ISAF, en inglés) entidad que es apoyada por el Comité de Sanciones contra Al Qaeda y los Talibanes, presidido este último por el chileno Heraldo Muñoz, actual embajador de Santiago en la ONU. Luego de visitar a Kabul en octubre de 2003, Muñoz reconoció que "ha habido una intensificación de las actividades terroristas de los talibanes y que es resistido el objetivo de desarmar a los afganos." Para completar el cuadro profetizó que "existe el peligro de que Afganistán se convierta en un narco-estado" a propósito de que ese país es gran productor de opio. Aclaremos que cuando Muñoz habla de terroristas se refiere en realidad a la lucha armada en contra de los invasores, acción reconocida como legítima por la Carta de la ONU. Esa batalla constante para terminar con la ocupación ,ha proseguido con igual tónica en 2004 y se enfrenta a los invasores y al remedo de ejército afgano prohijado por Estados Unidos y la OTAN. En septiembre/04 un despacho de Reuters que informó sobre la muerte de nueve soldados de Karsai, señaló que las bajas se produjeron "el mismo día en que un portavoz de fuerzas lideradas por EE.UU. advirtió en Kabul que el Talibán tiene planes para entorpecer la realización de elecciones presidenciales." Esas palabras pueden considerarse como un parche antes de la herida o también como una confesión anticipada del fracaso eleccionario. Como sea, con o sin comicios, apuntan observadores, no puede prosperar en Afganistán un proyecto claramente colonialista de imponer a ese pueblo modos de vida ajenos a su cultura. Iraq: Farsa II "Bombas, combates con insurgentes y secuestros ponen en duda la cpacidad del gobierno interino para realizar elecciones en enero de 2005" se lee en un despacho de Reuters del 23 de septiembre/04. Puesto que el agresor-invasor es el mismo, el caso de Iraq tiene analogías con el de Afganistán aunque, es obvio, hay también diferencias. En concreto, la guerra de los iraquíes en contra de la soldadesca estadounidense, ha adquirido tal magnitud, que obliga a caracterizar como una comedia al estilo Bush la eventual elección de autoridades locales. Sin embargo, en visita a Washington la tercera semana de septiembre, el mentado Alawi juró por Alá que tales comicios se realizarían. Tal afirmación contrasta con las declaraciones de Kofi Annan, secretario general de la ONU, quien días antes del arribo de Alawi a Estados Unidos, había dicho con toda claridad que "unos comicios reales son impensables".( Recuérdese que Annan sostuvo en la misma ocasión que la guerra contra Iraq fue un acto ilegal, marginado del derecho internacional.) The New York Times, el periódico más influyente de EE.UU. en un editorial del 23 de septiembre calificó como falsas las afirmaciones de Alawi de que "la seguridad está mejorando y las instituciones democráticas están echando raíces". Está muy equivocado, agregó, pues hay cada vez más ataques organizados y mortales contra las tropas de Estados Unidos. Como dato ilustrativo el NYT recordó que el "primer ministro" estuvo 25 años exiliado y fue hombre de confianza de la CIA, tal como lo fue también el afgano Karsai. En ambos países invadidos ha habido pasos previos. Si en Afganistán fabricaron una Constitución, que nadie ha puesto en práctica, en Iraq en junio pasado los invasores "traspasaron la soberanía a los iraquíes". Como apuntó Robert Fisk, (The Independent, Londres) tal traspaso no existe pues los militares iraquíes quedan bajo el mando norteamericano, y la supuesta autoridad local carece de atribuciones en el plano judicial, económico. En realidad, no manda en nada, ya que, por ejemplo, son los norteamericanos quienes controlan la prensa y telecomunicaciones. En breve, si tales elecciones llegaran a efectuarse será una colosal farsa. Es posible que lo procuren pues Bush sabe cantidad en la materia. * Hernán Uribe es periodista chileno.