Nuevos tropiezos para el ALCA

20/02/2004
  • Español
  • English
  • Français
  • Deutsch
  • Português
  • Opinión
-A +A
Las negociaciones intergubernamentales en torno al Acuerdo de Libre Comercio de las Américas (ALCA) siguen empantanadas, como se evidenció en la reunión del Comité de Negociaciones Comerciales (CNC), que tuvo lugar en Puebla, México, del 2 al 5 de febrero, donde el tema de los subsidios agrícolas siguió siendo el mayor obstáculo. No se logró acordar instrucciones precisas para los grupos negociadores, con lo cual el ALCA permanece en suspenso. Entre tanto, cuatro días antes, se clausuró en La Habana el III Encuentro Hemisférico de Lucha contra el ALCA (26-29 de enero), cuya Declaración Final llama a "derrotar el proyecto del ALCA, luchando simultáneamente contra los tratados, acuerdos y planes bilaterales y regionales" de "libre comercio". Puebla: "Otro Cancún" Las negociaciones del CNC en Puebla se polarizaron entre dos bloques de países. Por un lado, la propuesta estadounidense de avanzar hacia un ALCA más ambicioso tuvo un fuerte respaldo de Canadá, Chile y México, a los cuales se sumaron los países centroamericanos y varios países andinos que han accedido a la negociación de acuerdos bilaterales con EE.UU. Esta propuesta implicaría que, además de firmar un acuerdo mínimo entre los 34 países (el llamado "primer piso"), los demás acuerdos (el "segundo piso") serían opcionales, pero parte integral del ALCA y negociados en bloque. Por otro lado, el Mercosur y otro grupo de países que incluye a Venezuela, y en algunos temas a Bolivia y los países del Caribe (que integran el Caricom), defienden la idea de que el ALCA se limite al acuerdo mínimo. Los demás acuerdos plurilaterales se negociarían para cada tema por separado. Mercosur insiste, además, en la desgravación al 100% de todo el universo arancelario (para luego introducir algunas excepciones), mientras que EE.UU. quiere excluir de entrada sus productos sensibles, que son justamente los de mayor interés para Mercosur (como las naranjas). En un intento de salvar las negociaciones del naufragio, cuando queda menos de un año para la fecha acordada de conclusión del Acuerdo, se llegó a hablar, para el "primer piso", ya no solo de un "ALCA light" o "suave", -idea que se introdujo desde las negociaciones de Miami en noviembre-, sino de un ALCA "extra- light". Pero tampoco éste avanzó. Además de la agricultura y el acceso a los mercados, la reunión evidenció conflictos fundamentales entre los gobiernos de la región en temas como servicios, compras públicas, propiedad intelectual, políticas de competencia, antidumping, solución de controversias, y asuntos institucionales. Se logró un acuerdo en apenas un tema considerado de importancia: la inversión, sobre el cual hay consenso de solamente incluir reglas de transparencia. Tampoco existe consenso sobre el trato especial y diferenciado para los países de menor desarrollo, defendido particularmente por Bolivia y Caribe. Estos últimos insisten en que el principio sea incorporado de manera concreta en todos los temas de negociación, mientras que EE.UU. solo quiere hablar de programas de asistencia y capacitación y sin ninguna mención explícita de Fondos de Compensación. Se criticó que Estados Unidos quiere concesiones sin ofrecer nada significativo a cambio. Si bien al inicio de las deliberaciones, éste propuso eliminar los subsidios directos a las exportaciones agrícolas, lo cual fue visto por algunas delegaciones como un gesto de buena voluntad, no cedió un ápice en los subsidios indirectos que son considerados los más importantes. Las fuerzas opositoras al ALCA calificaron la reunión de "otro Cancún". En un pronunciamiento difundido al final de las sesiones por la Alianza Social Continental (ASC), se celebra que: "La presión social en todos los países del continente ha logrado que algunos gobiernos no se atrevan a dar concesiones que sus pueblos les reclamarían. Termina esta reunión de CNC de Puebla con la reafirmación de que aquellas contradicciones que descarrilaron la negociación de la OMC en Cancún son las mismas que descarrilan el ALCA." En otro pronunciamiento entregado a los negociadores, la ASC cuestionó la legitimidad de las negociaciones, dada la falta de información y consulta a las respectivas poblaciones. Ni libre, ni comercio... Unos 1042 delegados/as de 32 países del Continente participaron en el III Encuentro Hemisférico de Lucha contra el ALCA, asistieron a una decena de paneles y conferencias de análisis y debate e intercambiaron en más de 15 talleres temáticos y sectoriales. El evento permitió situar los cambios en el contexto del continente y del mundo, destacando, entre otros aspectos, la intensificación de la estrategia militarista de EE.UU. y el nuevo escenario pos Cancún y Miami del proceso de negociaciones del ALCA. Se resaltó los importantes logros de la Campaña Continental contra el ALCA al haber movilizado la opinión pública y presionado a los gobiernos a asumir posiciones más firmes en las negociaciones. No obstante, también hubo un amplio consenso que el escenario de un eventual ALCA "suave", o de acuerdos bilaterales de "libre comercio" ("ALCA a la carta"), no es menos peligroso que el proyecto original y exige multiplicar la lucha en diversos frentes. Se consideró que los tratados bilaterales o subregionales apuntan a debilitar la capacidad de negociación de los países de la región. Como lo señaló Osvaldo Martínez en el discurso de apertura: "Los movimientos sociales integrantes de la Campaña contra el ALCA tienen ante sí esta nueva fase en la batalla y es necesario apreciar el sentido de los cambios ocurridos para adaptar nuestras acciones a las nuevas circunstancias. Con el ALCA "suave" y los Acuerdos Bilaterales de Libre Comercio el proyecto anexionista ha cambiado de forma y de procedimientos, pero mantiene su esencia". Se trataría de "una nueva táctica para imponer el dominio sobre América Latina y hacer irreversible la política neoliberal, sea con uno u otro nombre". Martínez centró su análisis en demostrar que los intereses que persiguen la economía estadounidense nada tienen que ver con una asociación hemisférica en condiciones de igualdad (como lo pretende cierto discurso oficial), sino que lo que se busca es "abrir y penetrar mercados externos por cualquier medio y evitar la competencia extranjera dentro de su mercado". La creciente dependencia de la economía estadounidense del comercio exterior (25% del PIB en comparación con 10% en los años 70); su abultado déficit comercial, que alcanzó una marca histórica de unos 500 mil millones de dólares el pasado año (comparado con solo 35 mil 600 millones en 1992); y el déficit presupuestal que alcanza 374 mil millones, son factores que obligan a este país a abrir nuevos mercados, a la vez que - contrario a su discurso de libre comercio- protege férreamente su mercado interno, señaló Martínez. EE.UU. sostiene esta economía al "succionar unos 1,500 millones de dólares diarios procedentes de todo el planeta, incluyendo una destacada contribución latinoamericana, para sostener el consumismo desenfrenado y el belicismo amenazador". Y de hecho, afirmó al analista, América Latina es una exportadora de recursos financieros, ya que "solo entre 1991 y el 2000 entregó más de 1 millón de millones de dólares por la acción combinada del servicio de la deuda externa, la fuga de capitales y el intercambio desigual". El complemento de la estrategia para abrir y penetrar mercados es el control militar, según señaló Ana Esther Ceceña, expositora en el panel sobre Deuda y Militarización. "El control militar norteamericano es indispensable para garantizar los intereses comerciales del capital estadounidense y por lo tanto tiene necesidad de una guerra continua contra la insurgencia de los movimientos sociales. Para conseguir esto se sirve de la red de inteligencia y de la presencia física militar. En cuanto ellos quieren la guerra preventiva, nosotros tenemos que promover la paz preventiva", sostuvo. Diversos/as panelistas concordaron que "libre comercio" es un término engañoso, que poco o nada tiene que ver con lo que propone el proyecto del ALCA o los TLC. Pues ni es libre (sino atado a los intereses de las grandes transnacionales), ni se trata solamente del comercio, sino que se busca introducir también otra larga lista de temas no comerciales. Estrategias múltiples La Plenaria del Encuentro adoptó un Plan de Acción de la Campaña Continental contra el ALCA, que destaca el acuerdo de fortalecer la construcción de plataformas nacionales enraizadas en los movimientos sociales y vincular la Campaña a las reivindicaciones de los movimientos populares, a la vez que ampliar las alianzas con otros sectores y actores sociales, (como productores medios de la industria, alcaldes, entre otros). La agenda de acción destaca la lucha contra los tratados de libre comercio bilaterales, en vías de negociación, con especial énfasis en la urgencia de actuar frente al CAFTA, (Tratado de Libre Comercio entre Centroamérica y EE.UU.), cuya firma y ratificación por los respectivos parlamentos es inminente. Como ejes específicos, la Campaña se propone profundizar el monitoreo y análisis sobre las negociaciones del ALCA y los demás acuerdos de libre comercio en negociación. Se acordó poner mayor énfasis en el debate y formulación de propuestas alternativas frente al libre comercio, y se identificó al 1er Foro Social de las Américas, a realizarse en Quito del 25 al 30 de julio próximo, como un momento y espacio privilegiados para avanzar en esta reflexión. Se propone asimismo alentar la creación de un frente de parlamentarios contra el ALCA. Se ha marcado cuatro fechas en el calendario como jornadas de movilización continental. La primera es la movilización internacional de protesta contra la guerra y la ocupación de Irak, el 20 de marzo, donde en esta región se pondrá énfasis en la lucha contra el Plan Colombia, la iniciativa andina y la suspensión y cancelación de las bases militares estadounidenses, especialmente Guantánamo. La segunda es la movilización internacional contra las Instituciones Financieras Internacionales y la Deuda Externa, el día 24 de abril, que marca el 60 aniversario del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial. Se acordó asimismo organizar movilizaciones en cada país para coincidir con el primer día de negociaciones ministeriales sobre el ALCA, previstas para realizarse en Brasil en el segundo semestre de este año; y por último realizar una acción continental de protesta y de solidaridad con el pueblo estadounidense que se movilizará con ocasión de la convención republicana (29 de agosto), contra la reelección de George W. Bush. Para José Miguel Hernández de la Central de Trabajadores de Cuba y del Capitulo Cubano de la ASC, uno de los organizadores del evento, este Tercer Encuentro no solo ha permitido profundizar los debates, sino que "ha sido un encuentro mucho más maduro, que tiene que ver precisamente con la profundidad, con la ampliación del conocimiento y de la actuación del movimiento social", según señaló en entrevista con ALAI. Hernández considera que el primer encuentro, realizado a fines del 2001, fue dedicado a la concientización -incluso alfabetización- en relación con el tema, en un contexto de desconocimiento generalizado al respecto. El segundo, estuvo dirigida a "la articulación del movimiento social en torno a esa lucha". Este tercer encuentro fue más allá: "tuvo su esencia fundamental en la construcción de las estrategias y las alternativas de lucha".
https://www.alainet.org/de/node/110060

Clasificado en

America Latina en Movimiento - RSS abonnieren